
Reducción de pecho. Por qué?
La reducción de pecho (mamoplastia de reducción) es una de las intervenciones más demandadas en Cirugía Plástica.
Son muchos los hospitales y clínicas, públicos y privados, donde se realizan con muy diferentes técnicas y resultados.
En manos de los mejores profesionales, especialistas en Cirugía Plástica Estética y Reparadora, es una de las intervenciones con un índice de satisfacción más elevado de todas las que realizamos. Ya que sumado a la mejoría estética que conseguiremos, obtendremos posiblemente beneficios en la patología de la columna cervical y dorsal.
Quienes son candidatas a una reducción de pecho?
Muchas mujeres acuden a nosotros por recomendación de su médico o traumatólogo. Tras años de padecimiento de problemas en la columna cervical y torácica.
Otras pacientes lo hacen por motivos más estéticos o prácticos. A algunas pacientes les resulta complicado encontrar sujetadores de su talla. A otras, les molesta el volumen pecho a la hora de realizar deporte…
O las pacientes más jóvenes en la adolescencia, sienten algún tipo de complejo relacionado con el volumen del pecho.
Según todos los estudios de calidad de vida publicados, la gran mayoría de estas pacientes serían buenas candidatas y se beneficiarían claramente de una reducción de pecho.
Desde nuestro punto de vista, valorando otros aspectos, estamos de acuerdo con esta afirmación en la mayoría de casos.
Aunque hemos de tener una consideración especial con aquellas mujeres más jóvenes (Algunas menores de edad), que no han tenido todavía descendencia. Cuyo principal motivo para reducirse el pecho, en algunos casos, puede ser la superación de un complejo generado desde el ámbito escolar.
En estos casos, hemos de valorar bien la indicación y sopesar los pros y contras con la paciente y familiares, evitando tomar decisiones precipitadas.
Recomendamos siempre completar el desarrollo mamario, y en caso de valorar la lactancia materna, posponer la intervención hasta completarla.
El problema del exceso de peso…
Muchas pacientes que acuden para realizarse una reducción de pecho pueden presentar en mayor o menor medida algún grado de sobrepeso u obesidad.
Si bien es cierto que el volumen de las mamas viene condicionado genéticamente, la mama es es muchas mujeres una de las zonas de mayor acúmulo de grasa, junto con las caderas, muslos y abdomen.
En todo caso también existen casos de hipertrofias mamarias virginales o verdaderas, donde es volumen de las mamas es realmente desproporcionado respecto al volumen corporal.
En las pacientes que presentan algún tipo de sobrepeso, hay que tener en cuenta que parte del volumen mamario se debe al acúmulo adiposo. Reduciendo pues el peso, se reducirá también el volumen mamario.
Por otra parte, si tras la reducción de pecho, la paciente pierde peso, es posible que el volumen de la mama disminuya todavía más.
Esta es una condición bastante común, ya que tras la reducción de pecho, la paciente se encuentra más motivada para realizar actividad física. Y la mejoría en su autopercepción condiciona el deseo de mejoría física general.
A la hora de determinar el volumen de reducción, debemos de hablar con la paciente sobre estas posibilidades.
En el sistema público de salud se hacen reducciones de pecho?
La respuesta a esta pregunta es sí. Pero sólo en casos muy seleccionados y que cumplan los “criterios de inclusión” de cada servicio u hospital.
El sistema público de salud español es uno de los más completos en cuanto a coberturas del mundo… Pero como es lógico, no incluye en la cartera de servicios de ningún hospital, intervenciones de Cirugía Estética… O aquellas donde no existe una clara justificación.
Sólo aquellas intevenciones con un claro componente funcional, que pretenden la mejoría sobre una patología concreta… En las que el riesgo-beneficio sea claramente favorable, deberían de ser consideradas.
Y dado que se trata de una cirugía electiva, no imprescindible; y de que existen otros muchos factores que se pueden optimizar antes de llegar a la cirugía, el paciente ha de encontrarse en óptimas condiciones para ser intervenido.
Muchas pacientes que consultan por “dolor de espalda e hipertrofia mamaria” no se incluyen en lista de espera por este motivo. Al igual que tampoco las compañías aseguradoras se hacen cargo de dichas intervenciones.
El resto de pacientes, pueden optar por la vía privada.
Cómo es la intervención?
La Reducción de pecho implica eliminar tejido y piel, para reducir el tamaño y remodelar la forma confiriéndole proporciones ideales y mejorando su estética. Como contrapartida necesitaremos añadir cicatrices visibles.
Estas cicatrices generalmente se realizan al rededor del pezón (periareolar), vertical en el meridiano inferior de la mama y en el surco submamario.
Aunque en un principio pueda asustar, suelen evolucionar muy favorablemente, como vemos en las imágenes (6 meses de evolución de cicatrices periareolares y T invertida), haciéndose menos perceptibles con el paso del tiempo.
La mejoría estética que experimenta la mama, las justificaría completamente.
El tejido que eliminamos, generalmente lo enviamos para su análisis anatomopatológico.
Previamente si la paciente no se ha hecho ninguna, realizamos una mamografía, para ver que todo esté bien.
Queremos estar seguros de que en el tejido eliminado no existe ninguna lesión tumoral ni de otro tipo, que requiera algún tipo de tratamiento.
Al eliminar volumen, eliminamos también riesgo de desarrollar un cancer de mama en el futuro.
La intervención suele durar entre 2 y 3 horas en función del volumen de la mama y la técnica empleada.
El resultado es inmediato, aunque irá mejorando y adquiriendo naturalidad con los meses. La paciente se va a casa al día sieguiente y a la semana está realizando actividad normal.
Mantenemos un sujetador compresivo por un mes para favorecer la cicatrización.
En general se trata de una intervención con pocas molestias, que se manejan bien con los fármacos antinflamatorios habituales.
Qué podemos esperar tras la intervención de reducción de pecho?
Como contrapartidas de la intervenicón… Posible perdida de sensibilidad incial en el complejo areola pezón, debido a las maniobras necesarias para elevarlo. Con el tiempo puede recuperarse parcialmente.
Al igual que en el pezón, puede existir descenso de sensibilidad en a mama alrededor de la cicatrices.
Posible dificultad para la lactancia dependiendo de la técnica empleada, con riesgo de no poder llevarla a cabo.
Sin embargo, obtendremos grandes beneficios.
Por supuesto, un descenso de peso y de la tensión sobre la zona cervical y lumbar, que en muchos casos mejorará las molestias que se puedan presentar en la zona.
Sumado a ello, generalmente una mejoría estética, ya que tratamos de remodelar el pecho de acuerdo a sus proporciones ideales en fucnción de los deseos de nuestras pacientes.
Estos dos hechos condicionan una mejoría importante en la calidad de vida de las pacientes.
Según los estudios publicados, mejoría en la autopercepción, aumento de actividad física y mejora de la vida sexual.
Disminución del riesgo de padecer cancer de mama en un futuro. Al eliminar tejido mamario, eliminamos parte del riesgo.
Así que desde aquí animamos a todas las pacientes que estén pensando en realizarse una intervención de reducción de pecho. Consulte con nosotros todas sus dudas, para que podamos asesorarla en las mejores técnicas para su caso. Y ofrecerle el grado más alto se excelencia en Cirugía Plástica.
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